La psiquis, nuestro cuerpo psicológico y emocional, es como un telar que se encuentra tejiendo de manera continua, permanente y sin detenerse, desde el primer instante de nuestra vida. Cuando vivimos situaciones y experiencias emocionales difíciles y dolorosas que han dejado una huella profunda en nuestra psiquis, se forma un nudo en el tejido de nuestro telar. Se ha creado un nudo, pero el telar no se detiene nunca, sigue tejiendo todo el tiempo sin parar, la vida continúa y nosotros en ella, cargando con nuestros nudos.
La negación es casi siempre el primer mecanismo de defensa que se activa cuando pasamos por situaciones emocionales que nos superan. Los mecanismos de defensa se activan de manera inconsciente y este en particular, puede resultar por igual nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo, según la etapa de la vida en la que nos encontremos.
La negación se presenta como un gran aliado en especial durante la infancia y la adolescencia, cuando vivimos situaciones emocionales que nos rebasan y para las cuales no tenemos aún la capacidad psicológica ni emocional de comprender y procesar. En esas experiencias la negación es una especie de salvavidas que nos rescata del naufragio y nos asegura la supervivencia.
Una vez que somos adultos, se nos pueden presentar situaciones similares o parecidas o que sin razón aparente provocan emociones y sentimientos que nos trasladan a esa otra experiencia del pasado cuando se formó el nudo emocional en nuestro tejido. En esta ocasión es muy probable que se active otra vez la negación como recurso psicológico para superar nuestro malestar, miedo o frustración. Es precisamente en este caso cuando la negación se convierte en nuestro enemigo, porque nos está privando la oportunidad de, ahora como adultos, aprender de esta experiencia y aprovechar esta oportunidad para sanar y deshacer el nudo.
La psiquis es atemporal, los traumas del pasado pueden ser tratados y sanados como si estuviesen ocurriendo hoy. Esto resulta muy positivo y alentador porque nunca es tarde para sanar y siempre es posible hacerlo. El primer paso es reconocer cuando un evento del presente nos conecta a una herida emocional del pasado e identificar si se activa la negación en automático como mecanismo de defensa. Comenzar a ser conscientes de nuestra reacción, identificar las emociones que sentimos a consecuencia de lo sucedido y permitirnos experimentar estas emociones desde la conciencia de saber que lo que siento está conectado a un nudo emocional del pasado que hoy como adultos y usando nuestros recursos, podemos comenzar a deshacer. Se trata de mirar lo sucedido, comprenderlo, perdonar y perdonarnos con profunda compasión, sin juzgarnos ni criticarnos, porque casi siempre somos nuestros peores jueces. Hiciste lo mejor que podías con lo que sabías en aquel momento.
Para iniciar el proceso de sanar, debemos reconocer que tenemos un nudo psicológico y emocional producto de una experiencia del pasado, comprender lo sucedido, aprender de esta experiencia incorporando sus lecciones, aceptarlo y dejarlo ir. La aceptación es un proceso activo que consiste en reflexionar sobre esa experiencia del pasado con el propósito de aprender las lecciones que nos fueron entregadas a través de lo vivido, para sacarle provecho a la experiencia y beneficiarse de lo aprendido. Sacarle provecho significa usar las lecciones aprendidas para crear nuestro presente y nuestra experiencia de vida con un nuevo nivel de conciencia que sume y aporte a nuestro bienestar emocional. De este modo, podremos desatar nuestros nudos con amor y comprensión, aprendiendo de la experiencia y utilizar lo aprendido para sanar, tratándonos como lo harías con la persona que más amas en tu vida. Esta vez esa esa persona eres tú.
Creo que lo mas complicado en ese inicio del proceso es encontrar un interlocutor apropiado. Teniendo en cuenta que ya hayamos venido negandonos internamente, y quizas lo mas apropiado es que alguien mas nos escuche, no necesariamente que nos apruebe o desapruebe, solo que nos escuche. Claro esta, si quien encontramos tiene ese don de saber aconsejar sin juzgar, pues mejor aun.
MI nombre es Veronica y creo que estoy pasando por la etapa de la negacion, todo el mundo me dice por algo pasanlas cosas, etc etc…nada que yo no sepa y que algunas haya dicho a alguien mas…vivirlo es otra cosa muy diferente…estoy tratando de aceptar lo sucedido…como dicen, tengo mi propio ritmo.
Hola Veronica…muchas gracias por pasar por aquí y acompañarme en este espacio. Te agradezco mucho que me compartas el momento de la vida en el que te encuentras. Como bien dices es muy diferente ver la película desde tu asiento que ser la protagonista de la historia. Trabajo como Life Coach y me gustaría mucho poder acompañarte y apoyarte en esta esta de tu vida. Te anoto la dirección de mi pagina web http://www.bettilifecoach.com y también mi dirección de email por si quisieras ponerte en contacto conmigo betti.zanetti@bettilifecoach.com Podríamos quedar para hablar sobre el proceso de Coaching como un camino de transformación y crecimiento personal. Un abrazo muy fuerte…Betti
Así es, eso sería lo ideal , contar con el apoyo de un interlocutor que nos guíe y nos asista en el proceso de sanar. Sucede que no siempre estamos en circunstancias ideales y no quiere decir que esta sea la única manera de hacerlo. Creo que en la vida casi siempre hay más de una manera de hacer lo mismo, pero esto será tema de otro blog. Si es la primera vez que tomarás este camino para sanar, lo más recomendable sería contar con el apoyo de un profesional o al menos alguien a quien consideres una persona capacitada para acompañarte en el proceso. Si ya lo has transitado, podrías intentar hacerlo solo contigo. Para esto necesitas tiempo de introspección, reflexión y meditación, de silencio. Regálate ese tiempo para estar contigo y deshacer los nudos. Creo que lo más importante es querer hacerlo, when there is a will, there is a way….
Esta entrada la estoy leyendo atrasada, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Entiendo bien de qué hablas aquí. Me apena constatar que a veces hay personas que arrastran ese comportamiento adolescente toda su vida. Personas que no se permiten la soledad, la introspección; en su lugar prefieren seguir corriendo a ciegas. Generalmente, esos seres que no son capaces de reconocer su problema terminan siendo los peores enemigos de sí mismos.
Así es amiga, cada persona vive su proceso y tiene sus tiempos. Nosotros somos responsables del nuestro, de honrar el nuestro…para aprender, crecer y compartir. No hay errores, solo lecciones y las lecciones se repiten hasta que las aprendemos. Namaste…
Reconocer los nudos….. En esas ando. Qué alegría y honor el que me vayas a acompañar en ese proceso de reconocerlos y buscar la forma de irlos desanudando.
El honor es mio…como te comente agradezco infinito tu confianza y me siento muy honrada porque me permitas compartir este proceso contigo. Besines.