Una relación siempre es de dos, y por lo mismo, ambas partes son responsables del estado de la relación. No se trata de repartir culpas cuando alguna de las partes no se siente a gusto en la relación pues lo bueno, lo malo, lo feo o lo bonito toca a partes iguales. Ambos son responsables de trabajar por la relación y crear ese espacio común donde lo positivo de uno y del otro sea posible.
El autoconocimiento es uno de los puntos de partida en el camino del crecimiento personal. En la medida que logro separar mi proceso de los otros, puedo reconocer cómo soy y cómo son los demás. Es importarte entender que nuestro comportamiento está determinado por el tipo de personalidad, el entorno en el que crecimos y nuestro nivel conciencia. Esto ultimo resulta decisivo en la conducta humana, pues una persona con un tipo de personalidad determinada se comportará de manera muy diferente según sea su nivel de conciencia, lo cual a su vez expresa su nivel de salud dentro de su tipo de personalidad.
Cada tipo de personalidad tiene una manera diferente de interpretar lo que ocurre y participar de la vida, cada tipo de personalidad usa lentes diferentes para mirar la vida y tiene una necesidad básica predominante. Todos, de manera consiente o no, buscamos satisfacer nuestras necesidades a través de nuestro comportamiento y nuestras decisiones.
Resulta importante recordar que los demás no están en contra tuyo, si no que están a favor de ellos. De la manera que el otro se comporta en la relación, nos indica cómo es esa persona, cuáles son sus necesidad y valores. No te lo esta haciendo a ti, está simplemente siendo él o ella. Por más que le intentes, le muevas y le hagas para que la lechuza despierte, esta no abrirá el ojo hasta que caiga la noche. Y así, el elefante aplasta, el león ruge, la jirafa se pierde por el eucalipto y el pez te moja. Cada uno está siendo él o ella. El pez no te salpica para molestarte, simplemente es pez y no tiene otra manera de ser y estar que no sea mojado.
En el momento en que puedes ver a los otros como son, sabrás que esperar, dejaras de engancharte y de pedir peras al olmo. Se abrirá un espacio de comprensión y entendimiento en el cual lo que haga el otro tendrá un menor impacto emocional para ti.
Mas allá de cuánto te quieren, se trata de comprender que cada uno quiere y se relaciona a través de su tipo de personalidad. Muchas veces no es que la otra parte no te quiera, si no que expresa su afecto a través de la persona que es. En algunas situaciones su manera de comportarse puede ser interpretada como desamor. No todos los tipos de personalidad su necesidad predominante es afectiva o emocional, por eso son menos expresivos o afectuosos, mas distante, puede ser que su necesidad predominante sea de seguridad por lo que buscan en sus relaciones sentir que tienen el control, que la relación se establezca bajo sus condiciones y de esta manera satisfacer su necesidad de seguridad.
Los otros siempre nos dicen como son, sólo que lo interpretamos a través de cómo somo nosotros y por eso no lo comprendemos o lo idealizamos. Cuantas veces nos descubrimos esperando que los otros actúen y se comporten de manera similar a como lo haríamos nosotros en esa situación. Y así nos encontramos a medio camino entre la realidad y lo que nos gustaría que fuera, esa distancia entre mi idea y la realidad se nos llena de desilusión y frustraciones.
Pelearse con la realidad genera mucho sufrimiento por eso es tan importante tener un enfoque realista en nuestras relaciones y poder ver a los otros cómo son, para construir nuestras relaciones tomando en cuanta cómo es la otra mitad. Por mucho que te desvivas sólo llegaras hasta tu mitad, la otra mitad de la relación no es tus manos ni depende de ti y será construida a su manera por la otra parte.
Del mismo existen diferentes tipos y niveles de relación en cada área de la vida: familiar, social, laboral y demás. Una vez que podemos ver a los otros y conocer cómo son, estaremos en mejores condiciones para decidir el nivel de cercanía o distancia para cada relación y el tipo de vínculo que deseas crear. Se trata de construir nuestras relaciones tomando conciencia de nuestra mitad, eligiendo y trabajando por crear nuestra parte de la manera que mejor nos represente y exprese cómo somos, entregando lo mejor de nosotros mismo porque ahí reside nuestra satisfacción. Al comprender que nuestras acciones nos definen y uno tiene el poder de elegir desde un nuevo nivel de conciencia cómo quiere que sea su mitad. Al mismo tiempo que dejar de sentirnos responsables o culpables por lo que decidan hacer los otros con su mitad. Cada quien va contruyendo su mitad del puente a su imagen y semejanza. Procuperemos mantener un enfoque realista minimizando las expectativas y tomando en cuenta cómo es el otro para saber qué esperar, siendo realistas y sin sentirnos culpables.